Despedida e invitación.

Apreciados amigos, nunca imaginé que en un trecho del camino tuviese la oportunidad de trabajar con las Bibliotecas Escolares de Bogotá. Tampoco imaginé la riqueza y los buenos momentos que allí me aguardaban. Riqueza y buenos momentos de los que cada uno de ustedes hizo parte.

Hace un par de meses, este trecho del camino terminó para mí. ¿Por qué? Por razones ajenas a mi voluntad. Por situaciones administrativas que en ocasiones se presentan. Tendría mucho que decir acerca de la Secretaría de Educación pero baste con agradecerle por la vivencia hermosa de las Bibliotecas Escolares. Esa vivencia compensa mucho.

Les deseo que crezcan y disfruten en este camino que ustedes continúan. Sé que hay momentos difíciles pero también sé que se encuentran gratificaciones inmensurables: en libros, niños, jóvenes, padres, profesores y gente que con un gesto de cariño nos reafirma en la esperanza.

Una invitación a poner la vida en cada cosa que hacen, a jugársela toda, a no conformarse sino con la excelencia. Finalmente con lo que hacemos, pensamos, sentimos y decimos, llenamos la vida.

Al respecto, aprovecho para pedirles disculpas por las molestias que les pude haber ocasionado, por las cosas que pude haber hecho mejor y por aquellas que dejé de hacer.

Sé que varias personas me han escrito pero la cuenta de @redacademica ya no es mía y por ello no he podido responder a sus comunicaciones. Si lo estiman pertinente, pueden suscribir su correo a mi nuevo blog: http://quebuenafrase.blogspot.com/ y periódicamente les llegará una frase ingeniosa de un libro, la foto de un paisaje o alguna noticia de interés. También pueden dejarme sus comentarios en ese mismo blog y así podremos mantener el contacto.

No me quedan más que palabras de agradecimiento a Dios por ustedes y peticiones para que su buena semilla llegue al corazón de los más necesitados por medio de su trabajo.

Él les bendiga.

Miguel Ángel Cárdenas Lizarazo.
Mayo 24 de 2011 -Celebración de María Auxiliadora-.